CUANDO DE DOS PASAMOS A SER TRES

El otro día me encontré con una amiga que está embarazada. Estaba radiante de alegría hablando de esta nueva etapa, de cómo habían empezado a realizar cambios en casa, comprando cosas para el futuro bebé, etc…Pero cuando llevábamos hablando un rato, me di cuenta que detrás de esa alegría e ilusión también se escondían muchos temores, incertidumbres e inseguridades y no sólo por el deseo de que todo lo físico y biológico transcurriera con normalidad, sino también por lo que un embarazo supone en la cabeza de ambos padres.

Se me ocurrió entonces pensar cuántas parejas de padres están atravesando por esta situación y lo importante que es, ver qué cambios se produce a nivel psicológico en este momento vital, así como preparar a los futuros padres para el papel de sus vidas. Y eso es lo que haremos durante esta semana.

Este periodo tan especial como complejo generalmente supone mucha ambigüedad, como veíamos en el caso de mi amiga, por una parte se pone mucha alegría e ilusión, pero por otra, también muchas dudas e incertidumbres a cerca de esta situación novedosa e importante por la que los padres van a ir atravesando.

Engendrar a un hijo no se reduce exclusivamente a realizarlo en el plano físico y biológico, sino que este acto empieza ya desde el momento en que ambos padres deciden llevar a cabo ese proyecto tan maravilloso, en ese momento se crea el proyecto en sus cabezas. En general, para tomar la decisión de tener un hijo, ambos padres pondrán sus propias motivaciones en ello. Estas motivaciones para ambos serán múltiples y diferentes, desde querer tener un hijo para ser como su madre o su padre, por amor a su pareja, para que ese hijo consiga lo que ellos no han podido, hasta por el deseo de continuidad. Y todos estos deseos, la mayoría inconscientes, influirán en el proceso.

Tras la esperada noticia, empezarán a fantasear sobre cómo será ese futuro hijo, si tendrá los ojos de su madre y el carácter de su padre, y también de cómo será esa nueva situación. De esta manera, los padres ya se van relacionando con el bebé, creándole una personalidad. Si se mueve mucho pensarán que será bailarín o bailarina, si se tranquiliza cuando oye música dirán que será un gran músico. Todas estas atribuciones irán determinando la idea que los padres van a tener de ese futuro hijo, así como también ayudará a los padres a tolerar la tan larga espera y todas las incertidumbres acerca de cómo será su bebé.

En resumen, durante el embarazo se mueven cosas en papá y mamá que tienen que ver con su propia historia individual de cada uno, la manera en que se construyeron en persona, con la relación con sus padres y las fantasías de que el hijo lleguen donde ellos no han podido llegar.

Mañana continuaremos viendo qué aspectos se movilizan para ambos padres.

BELÉN ALONSO MUÑOZ

Psicoterapeuta