SOBRE EL PENSAMIENTO POSITIVO

Ante una situación dolorosa o difícil para una persona, aplicar el pensamiento positivo es complicado y para algunas personas poco o nada efectivo ya que afirman que suele producirse un enmascaramiento de los sentimientos negativos por los pensamientos positivos, produciéndose una situación superficial, “lo dices pero no lo crees”.

En parte esto es así.

Cuando hablamos de practicar el pensamiento positivo, significa un estado de conciencia que una persona tiene que alcanzar. No significa que uno ya esté ahí, todo en la vida supone un proceso, y si nos los queremos saltar, las cosas resultan superficiales y poco efectivas. Lo más importante en la vida son los procesos, no los resultados porque en ellos es donde adquirimos la sabiduría de la cuestión que tenemos entre manos, porque nos obligan a profundizar.

El bienestar psicológico no supone una serie de ideas que cualquiera pueda adoptar mentalmente y pensar que con eso ya vale. Nada sirve si no tenemos en cuenta el punto de partida en el cual estamos. Es como un GPS, nunca podrá llevarnos a nuestro destino si no sabe cuál es nuestra posición de partida. Por esa razón a muchas personas el cambio personal o un pensamiento positivo no les funcionan, porque no toman en cuenta sus limitaciones y piensan que con repetir 20 veces al día que la vida es maravillosa, y el resto del día seguir con sus patrones de pensamiento negativo, es suficiente. Pero esto no sirve de nada, porque ese pensamiento no es una creencia interiozada. Cuando digo “limitaciones” me refiero a que la vida tiene situaciones que nos limitan y no se pueden negar. Si estás pasando por un momento difícil, de sufrimiento, no podemos obviar eso.

El pensamiento positivo no significa no sufrir, sino aprender a manejarnos en esos sentimientos. Dejar que entren pero sabiendo que saldrán y no se quedarán para siempre. Uno no puede practicar el pensamiento positivo sin tener en cuenta los patrones inconscientes que tiene interiorizados. La práctica del pensamiento positivo supone aprender a adquirir poco a poco otros patrones de conducta que no sean aquellos negativos automáticos. Por eso repetirse algo unas cuantas veces al día y seguir el resto del día siendo negativos, no sirve de nada. La clave está en tener la confianza y seguridad de que eso es posible, si dudamos, todo se viene abajo.
El mejor pensamiento positivo es aquel que nos lleva a pensar que toda situación, por difícil que sea, es un camino de aprendizaje y evolución para cada uno de nosotros.

BELÉN ALONSO MUÑOZ
Psicoterapeuta