¡No reconozco a mi hijo/a! es una de las frases que más escuchamos en las primeras entrevistas con padres y madres de adolescentes. Esta extrañeza marca el inicio de una época y el final de otra.
La adolescencia supone un momento muy disruptivo en la vida familiar, no sólo para los recientes adolescentes, también para sus padres. Muchas incertidumbres acontecen en estos momentos para ellos. La pérdida de la infancia supone la necesaria construcción de una nueva identidad, ¿quién soy? ¿qué quiero? ¿de qué soy capaz? Madres y padres, por su parte, se sienten desorientados ante la llegada de una persona nueva que no reconocen. Momentos de incertidumbre, momentos maravillosos para acompañar a esos adolescentes y sus padres. Ayudarles a poder entender la etapa que les toca vivir, no como algo problemático, sino como parte del desarrollo de sus hijos e hijas.
Los trastornos más frecuentes en la Adolescencia son, entre otros: Problemas emocionales (depresión, autoestima, aislamiento…); Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, obesidad,…); Adicción a drogas, internet y redes sociales; Acoso escolar y buylling; Trastorno obsesivo- compulsivo, entre otros.