
9 RAZONES IMPORTANTES PARA PONER LÍMITES
- Los límites ayudan al bebé a su estructuración psíquica. A través de los límites aprende a relacionarse con el mundo donde no todo es posible (para comer tiene que llorar).
- Un límite ayuda a la supervivencia, les ayuda a discriminar entre lo que está bien y lo que está mal (por ejemplo, no meter los dedos en el enchufe).
- Un límite no es un castigo, es un elemento que forma parte de la educación.
- Los límites nos ayudan a que el niño/a entienda que en la vida no se puede conseguir todo lo que uno quiere y eso no tiene por qué ser malo, simplemente que es así.
- Si los padres viven como negativo poner límites a sus hijos/as, éstos entenderán que los límites y la frustración que les acompaña, son malos y les dejarán frustrados.
- Los límites hace niños tranquilos, porque aprenden que la vida está regida por normas. Los niños que no tienen límites crecen con más ansiedad porque nunca saben hasta dónde pueden o no pueden.
- La falta de límites hace niños y niñas inseguras y frágiles y ante cualquier frustración tenderán a deprimirse con más facilidad.
- Un límite bien puesto, no significa una limitación en el psiquismo del niño o niña, significa una reorganización mental que le va a ayudar a entender la vida.
- Un padre o madre con dificultad para poner límites es consecuencia de que ellos mismos vivieron falta de límites siendo un niño o niña. A sus padres también les costó ponerles límites y cuando ponen límites a sus hijos, en realidad es como si se identificaran con ellos desde su niño y niña interior.
En definitiva los límites son parte del desarrollo de cualquier ser humano. Depende de cómo los padres vivan esta tarea en la educación de sus hijos/as, así lo vivirán nuestros pequeños. La culpabilidad es mala compañera de viaje. Un padre y una madre deben ejercer una educación con firmeza pero sin rigideces.
Los límites nos ayudarán a entender las limitaciones de la vida proporcionando tranquilidad y sin dejarnos frustrados. Si te cuesta poner límites reflexiona sobre tu propia experiencia en tu infancia, ahí estará la clave de esa dificultad.
BELÉN ALONSO MUÑOZ
Psicoterapeuta